El gobierno de Donald Trump hizo oficial la designación de varios cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras, incluyendo al Cártel de Sinaloa, Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cártel del Golfo, Cártel del Noreste, Cárteles Unidos y La Nueva Familia Michoacana.
Esta medida implica sanciones más severas, como el congelamiento de cuentas bancarias, bloqueo de transacciones y castigos más duros para quienes brindan apoyo material a estos grupos. La decisión busca debilitar su estructura y frenar el flujo de armas y dinero ilícito.
A nivel internacional, la presidenta Claudia Sheinbaum advirtió que México podría ampliar su demanda contra fabricantes de armas en EE.UU., argumentando que el 74% de las armas usadas por el crimen organizado en México provienen de ese país.
Por otro lado, expertos en seguridad advierten que esta designación podría afectar la política y economía de México, incluyendo posibles sanciones y restricciones en exportaciones.
Según Consultores, más del 80% del territorio mexicano está controlado por grupos criminales, con el CJNG dominando en 28 estados, seguido por el Cártel de Sinaloa en 24, el Cártel del Golfo en 10 y otras organizaciones con menor presencia.