Del Callejón al Caribe: Los Perros de Gero Yebra han Viajado Más que Ningún otro en Guanajuato
Guanajuato, Gto. – Gero Yebra, originaria de la capital del estado, es una mujer multifacética cuya vida está guiada por la pasión, la empatía y el compromiso social. Entrenadora de talentos deportivos, activista en “El Kilómetro del Juguetón” y defensora del bienestar animal, ha hecho de cada una de estas facetas una forma de transformar vidas.
Aventuras compartidas con sus compañeros de cuatro patas
Entre sus mayores logros personales, Gero destaca el rescate y la transformación de la vida de sus mascotas. Perros que alguna vez vivieron en las calles, hoy disfrutan de una vida plena y aventurera a su lado. Han recorrido juntos algunos de los destinos más representativos de México: desde las pintorescas calles de Guanajuato, hasta las playas de Acapulco y Puerto Vallarta.
Visitar pirámides ancestrales, cenar frente al mar o pasear por el Zócalo de la Ciudad de México forma parte de su rutina compartida. De hecho, estos perritos viajeros han recorrido más kilómetros que muchas personas de Guanajuato capital, demostrando que con amor y compromiso, los límites no existen ni siquiera para quienes alguna vez no tuvieron un hogar.
Activismo con propósito
Más allá de los viajes y el cariño personal, Gero ha convertido su estilo de vida en una plataforma de activismo. A través de su trabajo comunitario y su presencia en iniciativas solidarias, busca crear conciencia sobre el cuidado animal, especialmente en zonas marginadas donde muchas veces no se cuenta con los recursos necesarios para garantizar una vida digna a los animales.
Inspirando con el ejemplo
Gero Yebra está convencida de que todos los seres vivos merecen amor, respeto y la oportunidad de vivir plenamente. Su historia es un testimonio de empatía activa y un llamado a la acción para quienes desean marcar la diferencia.
Con cada paso que da, Gero demuestra que la compasión puede ser una herramienta poderosa para cambiar realidades, y que el amor por los animales no solo transforma vidas… también inspira comunidades.
